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El estudio VATRAA ha reformado el antiguo taller de un artista para transformarlo en una casa calmada y minimalista. Aquí se respira paz.
Si quieres vivir en los barrios de Kensington y Chelsea de Londres, con mucha seguridad tendrás que ingeniártelas para transformar un piso pequeño en un hogar equipado con todo lo que necesitas. Eso es exactamente lo que pidieron los propietarios de una casa de 80 metros cuadrados a VATRAA , un estudio con sede en Londres y Bucarest nacido en 2018 y especializado en proyectos residenciales. El proyecto presentaba numerosos desafíos: utilizado hasta ese momento como un estudio de arte, respondía a necesidades completamente diferentes a las exigidas ahora, con un gran espacio abierto y un techo transparente para maximizar la entrada de luz para trabajar. Estos elementos han impuesto un planteamiento inverso al habitual, necesitando crear nuevas mamparas y cerrar las ventanas más indiscretas para ganar privacidad.
La primera y más importante de las intervenciones fue repensar la casa en las tres plantas existentes, y luego excavar un sótano, duplicando los 80 metros cuadrados iniciales. El principal handicap de esta casa eran las edificaciones que la rodean por ambos lados, haciendo casi imposible el uso de ventanas y el consiguiente aporte de luz natural. Para superar este problema, los arquitectos decidieron utilizar la planta baja, la más oscura, como zona de noche, instalando aquí un dormitorio minimalista con mucho encanto. Es un espacio muy calmado y agradable que se abre a un patio interior gracias al cual llega la luz natural. El patio es muy sencillo, tan solo cantos rodados blancos y algunas plantas que se elevan hacia el lucernario y forma pacífica y ordenada. Los materiales del dormitorio sugieren la misma sencillez, con suelo de hormigón y paredes con revoco de yeso (una de las últimas tendencias en decoración). "Es refrescante despertarse en el dormitorio con una vista del patio en total privacidad. No parece un sótano, porque es tranquilo y se siente como un refugio, como debe ser un dormitorio", explican los propietarios.
La planta baja es el nivel semiprivado de la casa. Diseñado para captar la luz natural del patio interior y de la claraboya del piso superior, este nivel aloja la entrada, un estudio y una sala de meditación, gran pasión de la pareja. Bajo un techo de vidrio, una escalera ligera hecha de placas de metal de solo 8 mm permite que la luz natural penetre lo más posible a los pisos inferiores. Aquí y en todas las demás habitaciones encontramos muebles de VATRAA hechos a medida, incluidos los asientos, las originales mesitas de noche y la consola en roble y acero, que definen aún mejor el estilo de los interiores.
Nuestro ascenso culmina en el primer piso, el verdadero centro de la vida hogareña, donde los propietarios probablemente pasarán la mayor parte del tiempo. Dado que el techo abierto es la principal fuente de luz, los acabados interiores y la distribución se han diseñado para mejorar la luminosidad y guiarla internamente hacia los pisos inferiores. Aunque fue necesario reducir las ventanas a la mitad, para proteger la vida familiar de miradas indiscretas, una pequeña puerta en un lado da a una pequeña terraza, lo que permite disfrutar de un poco de aire libre. El respeto por el medio ambiente era una de las exigencias del encargo, totalmente conseguido gracias al uso de materiales sin tratar, un sistema de bomba de calor aerotérmica, iluminación LED y aislamiento térmico que, en conjunto, reduce a la mitad la emisión anual de CO2.
Vía: ELLE Decor IT